Un tatuaje es una alteración
al color de la piel, en la cual se elabora una figura o un texto con agujas que
inyectan tinta debajo de la epidermis en la piel de una persona. Son conocidos
desde épocas antiguas. En Egipto, en épocas bíblicas, eran las mujeres las que
se tatuaban nombres de deidades protectores y mágicos. En 1991 se encontró en
los Alpes austriacos una momia con 57 tatuajes en su espalda.
Los tatuajes son una moda
que avanza con fuerza, ya sean dibujos de mariposas, ángeles, dragones, flores
y hasta escudos de equipos de fútbol; algunos los consideran como sexys, a
otros los hacen sentir bien y muchos creen que les da belleza a su cuerpo.
Lucky Diamond Rich es
considerado el hombre más tatuado del mundo, en el 2006 ingresó al libro
Guinness de los records por tener su cuerpo totalmente cubierto de tinta,
incluyendo párpados, encías, y hasta dentro de sus orejas.
Marcos Matolo es un pastor
que vive en Brasil. Desde niño fue fanático de la banda inglesa “Iron Maiden”,
lo que lo llevó a hacerse 172 tatuajes relacionados con este grupo de rock
pesado. Marcos cuenta acerca del cambio que Dios ha dado a su vida: “Yo soy una
persona totalmente diferente de lo que yo era antes”. Ahora Marcos es fanático
de Jesucristo. Una cosa es haberse tatuado el cuerpo antes por desconocimiento
a la palabra de Dios y otra seguir haciéndolo después de conocer el evangelio.
Un famoso pastor y teólogo
mexicano opina por televisión: “yo conozco muchos cristianos muy consagrados
que van a estar con nosotros en el cielo, que traen un arete, que traen un
tatuaje y yo no le encuentro ningún problema a eso”. Qué sorprendente, este pastor
llama caer en legalismo al querer obedecer los mandamientos bíblicos. Otros
pastores son permisivos porque sus propios hijos se han tatuado y sienten que
han perdido toda autoridad con su iglesia.
La Biblia enseña en levítico
19 “No haréis sajaduras en vuestro cuerpo por un
muerto, ni os haréis tatuajes; yo soy el Señor”. Hacerse
cortes en el rostro, brazos y piernas por los muertos y además tatuarse el
cuerpo eran prácticas paganas de idolatría egipcia; y seguramente los judíos
habían adquirido dichas costumbres.
Hay quienes argumentan al
pasaje de levítico que no se debe tomar literalmente o que eso fue un mandato
ubicado en el antiguo testamento; a lo que respondemos: ¿Entonces dejamos que
cada cual interprete la Biblia a su acomodo? Y ¿Permitiremos entonces que
nuestros hijos decidan que parte quieren obedecer de la Biblia y que parte no?
Algunos creen que
Apocalipsis 19 da carta abierta a los tatuajes, ya que allí dice que Jesús
tendrá en su muslo un nombre escrito: “REY DE REYES Y SEÑOR
DE SEÑORES”. En primer lugar Dicho nombre hace alusión a la soberanía de Cristo
sobre todos los gobernadores y en segundo lugar es Jesús quien lo porta, no
nosotros.
Finalmente, no es la
voluntad de Dios tener un tatuaje de Cristo, es más bien que Cristo habite en
nuestras vidas para tener salvación y vida eterna. Las personas no requieren de
un tatuaje sino urgen de un sello: “En él también vosotros, habiendo oído la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de
nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de
su gloria” Ef. 1:13-14.