miércoles, 11 de diciembre de 2013

SI ERES PASTOR NO ERES POLITICO, SI ERES POLITICO NO ERES PASTOR



En una iglesia un hombre predica acerca del himno nacional de su país, en otra extienden una gigantesca bandera como señal de amor a su nación, y no falta la que convoca a sus feligreses a una videoconferencia para hacerles sentir dolor de patria. Cualquiera que sea la artimaña usada el fin será el mismo, comunicarles a sus miembros su visión, que su pastor es ahora el candidato político a la alcaldía de su ciudad, al congreso o cualquier puesto público de su país. Por consiguiente, prepárense  a hacer campaña, pegar afiches y pintar muros.

Un afán desaforado por la política atrapa las mentes de muchos líderes supuestamente cristianos; los resultados hasta ahora de quienes lo han hecho han sido pobres y en muchos casos una verdadera afrenta de escarnio a la iglesia, en resumen un absoluto fiasco. Se consideran los redentores de su país en vez de predicar a Jesucristo como redentor.

Aprovechándose de su  influencia y poder, algunos pastores creen ser el instrumento de Dios y tener la varita mágica que soluciona todos los problemas de injusticia social de la humanidad. Deducen ellos, si David fue rey, José vicepresidente y Daniel gobernador, ¿Por qué no puedo ser yo presidente? La respuesta bíblica es contundente: “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.” 2 Ti. 2:4. En otras palabras si eres pastor de verdad no te enredas en los negocios del mundo, debes dedicarte solo y exclusivamente al ministerio y su cuidado: “Ustedes deben cuidarse a sí mismos, y cuidar a los miembros de la iglesia de Dios. Recuerden que el Espíritu Santo los puso como líderes de la iglesia, para que cuiden a todos los que Dios salvó por medio de la sangre de su propio Hijo” Hch. 20:28.

Ezequiel 22 muestra un pueblo en una anarquía e injusticia absoluta, el verso 30 dice que nadie puede solucionar dicha problemática: “Busqué entre ellos alguno que levantara un muro y se pusiera en pie en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyera, pero no lo hallé”.

Al Molher enseña: “El nuevo testamento guarda un silencio sorprendente en cuanto a algún plan para la acción social o gubernamental. Los apóstoles no lanzaron ningún movimiento de reforma social. En lugar de esto, predicaron el evangelio de Cristo y plantaron iglesias basadas en el evangelio. Nuestra responsabilidad es de seguir el mandato de Cristo y el ejemplo de los apóstoles”. Paul Proctor complementa: “el buen samaritano no  se detuvo a practicar justicia social… no fue detrás de los ladrones para recuperar las pertenencias del hombre, vengarse del abuso, arrestarlos y empezar un programa de protección o recuperación de la pertenencias de los viajeros…  eso no era lo que Jesús les estaba enseñando a sus seguidores con la parábola”. Roger Smalling finaliza: “La caridad cristiana es un mandato del nuevo testamento, la justicia social NO”.


No debemos creer que los pastores políticos puedan traer el reino de Dios y su justicia, mucho menos pensar en lo que su gobierno pueda darnos. Si a tú pastor le pico el gusano de la política dile de frente: “si eres pastor no eres politico, si eres politico no eres pastor… y no serás más mi pastor”.

jueves, 5 de diciembre de 2013

MEGAHEREJES EN BUSCA DE TU DINERO



Presumen ser una iglesia cristiana, cantan, saltan y alaban, se ven gozosos, de pronto los gritos del falso apóstol  irrumpen asegurando enfáticamente tener el mover profético del Espíritu Santo. De repente una taza con harina es traída a la tarima, la gente se acerca con sus billeteras abiertas, todos están felices de que el megahereje llene con harina sus carteras y billeteras declarándoles su futura prosperidad.

Los megaherejes se han diseminado por todo el mundo con su multiplicidad de engaños. En Honduras un pastor dice haber resucitado más de 500 muertos. En la florida una profetiza hace que los billetes hablen. En Guatemala alguien adula haber olido la sangre de Cristo. En Colombia una asociación le celebra el cumpleaños a Jesucristo. Un pastor venezolano convierte agua en vino y hace que llueva del cielo polvo de oro. Una iglesia en Hermosillo México cree que el Espíritu santo es una señora y le cantan como si fuera la madre celestial, la mujer perfecta. En otra iglesia en Mexico reparten chicles que al masticarlos traen sanidad. Muchos de estos dicen traer unción por medio de rociar leche, agua desde una manguera o golpeando con una chaqueta.

El apóstol Pablo advirtió que después de su partida vendrían lobos rapaces que no perdonarían el rebaño (Hch. 20:29). Estos lobos, han construido mansiones, vuelan en sus jets privados, toman el sol en sus yates, se bañan en un jacuzzi y cenan a la carta; todo gracias al dinero que reciben de sus feligreses.

Un Megahereje se distingue por: tomar la piedad como fuente de ganancia (1 Ti. 6:5), servir a sus propios vientres (Ro. 16:18), disfrazarse como apóstoles de Cristo (2 Co. 11:13), tratar de agradar a los hombres (Gá. 1:10), enseñar con filosofías, huecas sutilezas, fábulas, genealogías interminables, palabras fingidas y persuasivas (Col. 2:8, 1.Ti 1:4, 1Co. 2:4), alabarse a sí mismos (2Co. 10:18), poseer un poder engañoso (2 Ts. 2:11), enseñar por ganancia deshonesta (Tit. 1:11), hacer mercadería con la gente (2P. 2:3), tener doctrina de demonios (1Ti. 4:5), creerse doctores (1Ti. 1:7), perseguir un evangelio diferente (Gá. 1:6), codiciar oro y plata (Hch. 20:30), predicarse a ellos mismos (2Co. 4:5), no buscar a sus feligreses sino lo que ellos tienen (2 Co. 12:14), ser ladrones asalariados (Jn. 10:12), ambicionar siempre el primer lugar (3 Jn. 9), entrar a las iglesias encubiertamente (Jud. 4), hablar cosas infladas (Jud. 16), ser sensuales y burladores (Jud. 18,19),  tener adivinación mentirosa (Ez.13), etc, etc.

Todos regresan a sus casas con sus billeteras vacías y sucias por la harina que les echaron. Creen que los pactos, promesas y decretos recibidos por parte de los megaherejes se harán efectivos, pero al pasar de los días la desilusión será cada vez mayor; todo por un desconocimiento de las escrituras: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…” Os. 4:6.


Cuida tu bolsillo porque los megaherejes no son apóstoles ni ministros de Cristo, van en busca de tu dinero; así que huye de todo deseo de enriquecerse: “Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.” 1 Ti. 6:15.