Capas, antifaces,
superpoderes y frases como: “a luchar por la justicia”; son tan solo recuerdos
de nuestra infancia. Cuando niños fuimos
impactados con la fuerza de Superman, la rapidez de Flash y la habilidad de
trepar edificios del hombre araña. Ha sido el cine, la televisión y los comics
quienes nos han vendido la idea de la existencia de grandes héroes.
343 bomberos perdieron la
vida mientras subían las escaleras para atender la emergencia de las torres
gemelas. Por salvar a miles de personas que estaban atrapadas, dieron su vida.
Hoy se les recuerda como los héroes del 11 de septiembre.
Ya sean sacados de la
ciencia ficción, la literatura, la mitología, los periódicos o las noticias
diarias; la humanidad posee una lista interminable de héroes, los cuales son
considerados como semidioses o superhumanos por sus hazañas.
Lamentablemente muchos
personajillos comediantes viven
inventándole modas e innovaciones al cristianismo, copiando todo cuanto ven en
lo secular e importándolo a sus iglesias. Está de moda llamar a nuestro Señor
Jesucristo héroe, y colocarle disfraz de superhéroe; publicitándolo en
canciones y fotografías por doquier; ¿Está bien hacerlo?
No. No está bien. La Biblia
en Hebreos 12:28 nos dice: “…agradándole con temor y reverencia…”;
la realidad es que no hay respeto ni reverencia en todos aquellos que rebajan a
un título de héroe a Jesucristo.
Le pregunte hace algunos
días a un pastor cristiano: ¿Es Jesús un héroe?; su respuesta fue corta y
contundente: “Es mucho más que ese título”. Y es que ese calificativo de héroe
le queda muy diminuto a Jesús. Los seres humanos no necesitamos un héroe que
nos solucione nuestros problemas cotidianos,
requerimos con urgencia de un redentor que a vida eterna nos lleve: “Y nosotros
hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del
mundo.” 1 Jn. 4:14. El mundo tiene héroes, los cristianos tenemos al Salvador.
Por otra parte, la Biblia le
ha asignado a Jesucristo títulos que Dios mismo dispuso en su palabra y no los
que nuestra imaginación nublosa y pecaminosa le quiera atribuir. He aquí
algunos ejemplos: Hijo de Dios (Mr.1:1), Emanuel (Mt. 1:23), Esposo de la iglesia
(2Co. 11:2), Señor de señores (Ap. 17:14), El Alfa y la Omega (Ap. 1:8), Juez
justo (2Ti. 4:8), El Verbo (Jn. 1:1), Cordero de Dios (Jn. 1:36), etc.
¿Es Jesús un héroe o ya es
tú Salvador?
EXCELENTE ARTICULO.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
ResponderEliminarDIOS te bendiga.