miércoles, 30 de octubre de 2013

MUSICA CRISTIANA SIN CRISTO

Charles Spurgeon dijo: “La mentira más grande contada del Diablo fue que las iglesias pueden ganar almas con el entretenimiento”. 150 años más tarde encontramos que esta frase es una realidad. Las iglesias parecen centros recreacionales llenos de pasatiempos. La gente salta al ritmo de reggaetón ó electrónica, cantan música cristiana sin Cristo, lanzan balones gigantescos, se enloquecen con las luces, el humo y el DJ. El apóstol Pablo exhorta a las iglesias carismáticas: “pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento...”.

El famoso pastor Rick Warren en su iglesia tiene sus estrategias: alabanza con música rock, nada de himnos tradicionales, no hay servicio de oración, solo traducciones modernas de la Biblia. El cantante ecuménico Jesús Adrian Romero considera que el mundo llama música religiosa a las letras que tratan sobre el sacrificio de Cristo; por eso sus letras dan a conocer el amor de Dios que es semejante al amor entre un hombre y una mujer. A Rick y Adrian les decimos: "arrepentíos, y creed en el evangelio" Mr. 1:15.

Muchos cantantes pseudocristianos han eliminado de sus canciones palabras como iglesia, bautismo, santa cena, Dios, Cristo, Espíritu Santo, cruz, sangre de Cristo, pecador, perdón, redención, gracia, vida eterna, arrebatamiento, etc. Otros están obsesionados con ganarse un Grammy o salir en un reality. Con tal de alcanzar la fama sus letras serán cada vez más seculares.

R. C. Sproul dijo: “si quiero saber lo que la iglesia cree solo tengo que oír lo que canta”. Nos cabría una pregunta: ¿Qué deben cantar los cristianos? En colosenses 3 se encuentra la regla de oro para la alabanza y adoración cristiana: “…cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales…”.

Es grato que muchos salmos estén incluidos en las canciones de adoración a Dios. Los himnos antiguos exaltan la majestad de la Trinidad; por ejemplo, en 1922 fue hallado el fragmento de un himno cristiano del siglo III, del cual se han conservado las siguientes palabras: "Todas las gloriosas criaturas de Dios no deberían permanecer silenciosas y dejarse eclipsar por las radiantes estrellas... Las aguas del arroyo que murmura deberían cantar las alabanzas de nuestro Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Apocalipsis 4 contiene un himno que comenzó en la eternidad y no tendrá fin: “…y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”.

Los cánticos espirituales están sucumbiendo por culpa de las letras románticas y no bíblicas. Cuidado, sin darte cuenta puedes estar cantando música cristiana sin Cristo.


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