Cuando Ghezala, una mujer
egipcia de 27 años supo que estaba embarazada, nunca se imagino lo que sucedería
meses después, una gran sorpresa, se entero que tendría no solo un hijo, ni
dos, ni tres, sino septillizos, los cuales nacerían en la norteña ciudad de
Alejandría. Vaya sorpresa.
Se elevan las cejas, se
estira la piel, se saltan los ojos y se abre la boca como resultado de un
evento inesperado llamado sorpresa.
Por la puerta trasera
sigilosamente a entrado la enésima herejía, consiste en que las criaturas
pueden sorprender a su creador. Algunos seudopastores enseñan que las futuras acciones humanas no
pueden ser conocidas por Dios. Ellos dicen: “tú puedes hacer cosas que Dios no
se lo espera”.
Clark Pinnock y Richard Rice
tres décadas atrás fueron los principales ponentes de la doctrina llamada “teísmo
abierto” o “apertura de Dios”. Dicha doctrina argumenta que Dios no tiene un
conocimiento total del futuro, el reloj de Dios camina segundo a segundo con nosotros,
por consiguiente, los seres humanos somos libres y podemos sorprender a Dios
cada vez que queramos. Piensan ellos, lo que Dios conoce del futuro está basado
en las decisiones humanas del presente, además especulan, si Dios conociera el
futuro entonces sería un Dios aburrido y poco emocionante porque ya conoce el
final de la película.
Estos herejes, ciegos
espirituales, se han desviado de las enseñanzas de las escrituras y de lo que
la iglesia cristiana ha creído durante dos mil años, atacando ferozmente los
atributos de inmutabilidad, soberanía y omnisciencia
y de Dios.
De acuerdo a la física, el
tiempo es el cambio que sufren los cuerpos, y si Dios es inmutable (que no
cambia), por lo tanto, Dios está fuera del tiempo. San Agustín consideraba que
el tiempo fue parte del acto creativo de Dios y que el mundo no se hizo en el
tiempo sino con el tiempo.
Imagínese estar en las manos
de un dios que no tiene control de nada y que depende de nuestras acciones.
Cuando decimos que Dios es soberano nos referimos a su supremacía sobre sus
criaturas y su creación; Dios desde su trono hace todas las cosas según el
designio de su voluntad; “El hace lo que le place” sal. 115:3.
Omnisciencia significa que
Dios lo sabe todo, es conocimiento absoluto desde que creó el tiempo, ahora en
este tiempo y en todos los tiempos: “que declaro el fin desde el principio” Is. 46:10, “Porque Jesús
sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y
quién le había de entregar” Jn. 6:64, “a éste, entregado por el determinado
consejo y anticipado conocimiento de
Dios” Hch. 2:23, “Os
lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, creáis que yo
soy” Jn. 13:19.
Sorpresa fue para la mujer
egipcia enterarse de que sería madre de 4 varones y 3 hembras, pero para Dios
no fue una sorpresa porque fue él quien se los planeo.
“Pues
aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda” Sal. 139:4